Lentejas pardinas |
La televisión emitía un catastrofista programa
informativo en el que se reflejaban los malos tiempos que corren para el
IBEX-35, el aumento de la tasa de paro absoluto y relativo y la franca entrada
en recesión de la economía española. Estos malos tiempos habían pillado a
Dolores Fuertes con la despensa bien pertrechada de todo lo necesario para
resistir un duro invierno de recortes sociales, despiadados ataques al estado
del bienestar y reformas laborales a medida de los deseos de los cabrones de la
CEOE. Por una simple cuestión de olfato, desconfiaba de los sindicalistas
profesionales.
Decía que la despensa de Dolores estaba bien surtida de
buenas viandas y legumbres varias así como arroz. Nada más entrar, la cabeza de
uno tropezaba con una pieza de bacalao que pendía de una viga, a continuación
le seguían unas ristras de chorizo, un jamón y otros embutidos que la
semioscuridad impedía distinguir con claridad. En la parte baja había latas de
atún y bonito, seguido de unos sacos de lentejas, arroz, garbanzos extremeños y
judías tolosanas, en un rincón sobre unos sacos de arpillera se amontonaban las
patatas; no faltaban unas garrafas de aceite y un estante repleto de conservas
vegetales y mermeladas caseras. No olvidemos la más que decente bodeguilla de
Dolores en la que los Riojas, Prioratos y Riberas del Duero y algún que otro
brandy de 50 años dan prestancia y categoría a los guisos y sobremesas.
Berenjenas sott'olio |
La ola de frío junto a la pertinaz sequía de noticias
alentadoras invitaba a abonarse al más duro pesimismo con barnices depresivos
de diferentes tonos e intensidades.
Dolores Fuertes era prima lejana de Juan Penumbra, una
mujer de rompe y rasga, con unos bríos y una presencia de ánimo que se
agrandaban ante las mayores adversidades.
La buena de Dolores se dijo: Esto lo arreglo yo con un
cocido o unas buenas lentejas. Al final se decantó por las lentejas con todos
sus sacramentos, que en el caso de Dolores eran bastantes. Existen muchas
formas de cocinar lentejas pero las de Dolores Fuertes son un punto y aparte,
nada tiene que ver con el resto. A menudo Juan Penumbra y su prima Dolores
cocinan al alimón, viéndose multiplicados los efectos de la suma de saberes y
talentos culinarios de ambos.
Alcachofas sott'olio |
Empezó Dolores preparando todo lo necesario para las
lentejas: medio kilo de lentejas pardinas, una patata mediana, una zanahoria
grande, cebolla y pimiento verde picados, algo de tomate rallado, hueso de
jamón con jamón, costillas de cerdo troceadas, chorizos magros y poco oreados,
una cabeza de ajos y algo de aceite. En un plato decantó las especias hierbas
aromáticas con las que condimenta las lentejas: Azafrán, canela en polvo, un
trozo de piel de naranja seca, tres clavos, una pizca de pimienta negra y un
par de hojas de laurel. Creía Dolores que el remojo de la lenteja es
innecesario pero lo que sí era imprescindible era utilizar agua de calidad para
cocer todas las legumbres.
Siempre recordaba los consejos recibidos y los trucos que
se adivinan, es decir, quienes transmiten conocimientos deben dejar algo en el
tintero para que el alumno espabile ya que no todo se enseña ni todo se adivina
y el que aprende debe entender y razonar más que memorizar como un papagayo lo que dice
el maestro.
Que ustedes lo pasen bien y tengan mucha suerte, nos hará
falta a todos.
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